De compras (Libre)

Mitsuki le había dicho que comprarían los ingredientes para hacer un estofado, mientras se intentaba poner el uniforme de tal manera que se le viera algo... Pero era simplemente imposible, a cada paso la falda se le subía suficiente para que se asomara el borde de la ropa interior que él había elegido. Eso la avergonzaba, y a la vez, sentir que la observaban... Le gustaba. Aunque más le gustaría que solo fuera su Amo el que la mirara.

Se apartó aquellos pensamientos de un movimiento de cabeza.

Entraron al supermercado, allí había otras mascotas como ella, algunos iban con sus Amos y otros no... La mayoría no iban con ellos. Algo que a Mitsuki no le extrañó.

Se acercaron a la carne... Y Mitsuki abrió los ojos de par en par.

¡Primera calidad! -exclamó sin poderlo evitar, nunca había comido una carne de aquella calidad, que tan solo con meterlo en la boca se te tenía que deshacer- ¡Todo es primera calidad! -exclamó de nuevo, cogiendo otro paquete sin creerselo, a la vez que su boca se hacía agua y el uniforme pasaba a estar en segundo plano.

Al salir, Sioshiro se limitaba ir atras de Mitsuki viendo como se levantaba la falda y lamentandose que el cabello de ella, fuera tan largo como para tapar su espalda desnuda. Aun asi, el se deleitaba con verla caminar afuera con eso, ver como intentaba taparse inutlmente.

Pero cuando entraban a supermercado, el cpoca importancia le ponia a lo que habia, realmente nunca habia estado en un lugar asi por lo que era un poco llamativo. Pero lo que mas le gustaba, era ver agacharse a su mascota para mirar algunas cosas.

Fue etonces cuando noto como se empcionaba por la carne y ese uniforme pasaba a ser algo secundario, pero esa exprecion en su rostro hizo sonreir a Soishiro que al acercarse mas, aprovechaba para meter una de sus manos debajo de la falda y sugetarle su trasero como si nada.

Llevaremos lo que quieras, ya que eres la cocinera.

Le susurraba al oido sin retirar esa mano de alli, pero de todas formas, tampoco tardo mucho en separarse de ella apenas para ver que otras cosas habia.

Abrió los ojos sorprendida, dejando caer las cajas de carne al notar su mano en su trasero... Se puso absolutamente colorada, y lo miró con el ceño fruncido, girándose para comprobar que por suerte, no había nadie.

¿¡P-por qué has hecho eso!? ¡Es-estamos en público! -le riñó, volviendo a coger una de las cajas y dejándolas en la cesta, mientras con la otra mano se bajaba nuevamente la falda.

Sioshiro apenas contuvo una carcajada luego de ver la reaccion de sorpresa de Mitsuki y en cuanto ella parecia reñirlo, el simplemente sonrio de lado ya que se habia olvidado de nuevo decirle Amo como tambien, se habia olvidado de que esa no era forma de hablarle...

Porque no? Soy tu Amo y me perteneces, puedo tocarte cuando quiera y en donde quiera... Ademas es tu culpa por ser demasiado sensual.

Le soltaba con calma mientras veia como acomodaba la carne en la cesta y estaba lista para seguir. PEro estaba claro que a Sioshiro le daba igual en donde estaban, el haria lo que quisiera con ella.

¿¡Quéééééé!? ¡Fuiste tú quien me hizo poner este ridículo uniforme! -exclamó, haciendo que varias Mascotas con sus Amos los miraran sorprendidos.

Se había enfadado, jugaba con ella como quería, y a ella no le daba la gana.

Le dio la cesta de la compra de una forma algo violenta.

¡Ahora compras tú! ¡Yo me largo! ¡Pervertido!

Realmente no era del todo la reaccion que esperaba de Mitsuki, pero tampoco era una reaccion que le desagradara, porque con ese estallido de rabia que dirigio la mirada de muchos hacia ellos, el no tenia mas opcion que ir a un lugar.

Creo que debo diciplinarte por este comportamiento.

Le terminaba espetando dejando la cesta en el suelo para luego, apresurarse en tomar del brazo a Mitsuki y luego, cargarla sobre su hombro al igual que lo hizo en su primer intento de escapar.

¡Suéltame! ¡Guarro! ¡Pervertido! ¡Que alguien me ayude!

Pero nadie hizo nada, solo observarlos entre sorprendidos y contrariados... Las Mascotas habían visto aquella chica en su clase, y era una absoluta inútil, en parte, se veía en sus ojos que no se extrañaban de aquel comportamiento.

Pronto se calmaba, sobre todo al notar que él iba a pasar de ella, apoyaba un brazo en su hombro, y sin importarle que se vieran las bragas se dejaba llevar.

Eres malvado... Yo solo quiero estar tranquila... -tenía ganas de llorar de nuevo.

Sioshiro caminaba tranquilo con aquella sonrisa en su rostro mientras escuchaba gritar a Mitsuki, estaba claro que ella era su mascota perfecta, una gatita rebelde que siempre le daria esa satifaccion. Claro que mientras caminaba, nadie entendia porque el se veia tan feliz, incluso apenas soportaban esa porte de supioridad y arrogancia absoluta.

Yo solo quiero estar contigo.

Le respondia a su mascota luego de notar como se calmaba y ya afuera del supermercado, a el le encataba estar con ella y mas ahora que estrenarian la sala de castigo.

Aquella respuesta la hizo sonrojar... Pero de nuevo volvía a mirar con tristeza el suelo, sin mostrar ya más rebeldía, como si sus pilas se hubieran agotado.

Eso es mentira... -masculló suspirando- Solo quieres a alguien a quien castigar.

Pues de alguna manera había entendido porque ella era la "mascota perfecta".

Yo me esfuerzo en hacer las cosas bien, pero no paran de decirme que lo hago todo mal -él podía notar que su mano apretaba fuertemente su camisa, pero no para llamar su atención, sino para no estar triste y para no llorar.

Sioshiro seguia caminando mas que satisfecho cuando escucho nuevamente las palabras de Mitsuki, era cierto que eso la hacia perfecta, pero habian otras cosas que el descubrio en la ultima noche. Fue entonces cuando el termino bajandola y poniendo las manos sobre los hombros de ella, fijaba su mirada en sus ojos.

Yo no solo quiero a "alguien" para castigar, quiero a una mascota determinada, firme, que no tenga miedo a decir nada. Una mascota a la cual poder castigar y que a pesar de eso quiera seguir estando conmigo, quiero una mascota divertida y que sea capaz de complacer todos mis deseos sin ser una sosa obediente, mi mascota perfecta lo es porque sigue siendo ella misma y no una muñeca... ademas, eres my sensual y no por lo que usas.

Le terminaba diciendo con tal seriedad, que realmente no habia rastro de esa mirada perversa, ni siquiera ese brillo lascivo que siempre habia en su mirada cuando la veia...

Asi que nunca mas digas eso entendido? Y Ademas, todo lo que hiciste conmigo... lo hiciste realmente bien...

Le terminaba diciendo dejando claro que no queria que ella dijera que el solo la queria para castigar, era cierto si pero tambien la queria para otras cosas. Pero ella empezaba a gustarle...

Se lo quedó mirando a los ojos, sorprendiéndose un poco por las palabras y acordándose que el día anterior le había dicho que no iba a abandonarla... Pero en cuanto se giraba, él hacía algo totalmente contradictorio, algo que hacía desearle alejarse de él a toda prisa.

Bajó la mirada.

Yo quiero complacerte... Pero... -se sorprendió a ella misma diciendo aquello, y sus manos buscaron bajarse el vestido de nuevo- Eres muy difícil... Y yo... Yo no estoy acostumbrada a este tipo de vida... Además... De que me la han impuesto sin preguntar...

Sioshiro no aparto su mirada de ella y no pudo evitar soreir al escucharla, pero luego le decia algo que lo dejo sorprendido. Por primera vez Mitsuki veria a su Amo sorprendido, pero era entonces cuando el empezaba a comprender un poco mas.

Por eso no sabes sobre el contrato y que te compramos, pero aunque te lo hayan impuesto sin preguntar... Te gusta ser mi mascota?

Le decia y terminaba preggunandole antes de que una de sus manos le acariciara de nuevo la mejirlla, un gesto de cariño peligroso para hacer fuera de donde vivian...

Allí la pregunta del millón... ¿Le gustaba? Tenía un plan de escapada que no podía fallar, pero... ¿realmente quería escaparse? Él la humillaba y la hacía sentir mal, pero también la compensaba... E incluso se había comido todo lo que ella le había traído sin rechistar. A pesar de que fuera un pervertido...

Asintió lentamente.

Sí... -respondió sin mirarlo a la cara, aún buscando tirar su falda hacia abajo.

Aquella mano que le acariciaba la mejilla, bajo para tomerle el menton y asi, hacer que elevara su mirada para que lo viera a los ojos. Mitsuki veria una sonrisa gentil muy poco comun en el, pero no la beso como hizo antes cuando le tomo el menton asi, el simplemente le pregunto.

Si que?...

Pero mientras esperaba esa respuesta, el elevaba su mirada para ver si habia alguien alli, al ver que no era asi no dudo en tomarle la mano y luego, tirar de ella para regresar a donde vivian.

Compraremos mañana, ahora regresaremos a nuestra casa, debo castigarte y luego premiarte.

Sí... Sí, Amo...

Respondió sonrojándose al ver cómo la cogía de la mano y tiraba de ella. Con la mano libre, intentó bajarse nuevamente la falda, sin mucho éxito.

La iba a castigar... Pero luego la iba a premiar. Se ruborizó. No entendía como en dos días había decidido querer aquello...